domingo, 5 de marzo de 2017

#03 - Paella a la Valenciana

Paella a la Valenciana
    Paella a la Valenciana
  1. Prólogo: Continuando con el fin de semana largo y gastronómico de carnaval, y aprovechando la visita de unos amigos (Ariel y familia) en la casa de Las Grutas, Mary nos deleitó con una exquisita Paella. A continuación compartimos la receta. En algún momento publicaremos la versión de los expertos en paella de la familia: Tía Marce y Lino. No obstante y mientras tanto hagan sus comentarios!
  2. Descripción: La paella es un plato típico de España (#platoprincipal). Tiene mil variantes, y para ser correctos, dicen que la Paella Valenciana, nombre patentado (como el Roquefort o el Champagne) debe tener conejo para considerarse como tal. Acá no somos tan estrictos y menos que menos pagaremos royalty por la patente.
  3. Temporada: Principalmente en semana santa, o en cualquier momento que alguien pueda conseguir buenos mariscos. También durante las vacaciones en el mar y ni hablar los que viajan a España (diría que a cada momento del viaje y en todo lugar).
  4. Ingredientes:
    1. Arroz
      Los ingredientes
    2. Morrones Rojos
    3. Mariscos varios (almejas, vieras, mejillones, tubos de calamares, etc.)
      Mariscos varios
    4. Pollo trozado
    5. Langostinos
      Langostinos pelados
    6. Arvejas y garbanzos
    7. Ajos
    8. Caldo con Azafrán y Azafrán (si se tiene).
    9. Aceite de oliva
    10. Condimentos varios.
  5. Pasos de elaboración:
    1. Cortar los morrones. Para pelarlos (#tips), primero envolverlos en papel aluminio  y cocinarlos al horno (no mucho). Dejar enfriar y luego pelar.
      Morrones rojos pelados
    2. Cortar el pollo en trozos y dorar en la paellera o sartén con un poco de aceite de oliva. Retirar y dejar en un fuente aparte. No tirar el "juguito".
      Pollo dorado
    3. Preparar el caldo. Usar caldo con azafrán. En lo posible poner el rancho del pollo (#secretos). Poner el azafrán también si se tiene.
      Caldo con el rancho del pollo
    4. Poner a dorar el arroz con el ajo picadito y un poco de aceite de oliva. Revolver con cuchara de madera.
    5. Agregar las arvejas y los garbanzos.
      Al arroz dorado con ajo, agregar luego arvejas y garbanzos
    6. Agregar el pollo y un poco de caldo.
      Agregar el pollo
    7. Dejar cocinar unos minutos (siempre sin tapar #tips)
    8. Agregar las rabas (tubos de calamar)
      Agregar las rabas
    9. Seguir cocinando, no es necesario revolver. Agregar un poco más de caldo si es necesario.
    10. Agregar los mariscos.
      y los mariscos
    11. Salpimentar a gusto. Rallar nuez moscada (#secretos).
    12. Cuando el arroz, este casi cocinado, agregar los morrones y los langostinos. Controlar que el arroz no esté muy seco y agregar un poco de caldo más. Igual la clave es que no quede caldo. Esperar unos minutos más y listo!


      por último los morrones pelados y los langostinos
  6. De sabores y emociones
    1. No hay forma de no pensar en España, al cocinar y comer Paella. Para los que tuvimos la suerte de viajar y estar por aquellas tierras sabemos que es un plato obligado. En mi último viaje recuerdo la Paella que nos preparó la tía Ceci y Nicolás (tía y primo de mi madre) en Hoyocaseros. Para chuparse los dedos, y hablo en un sentido literal. También recuerdo comer paella en uno de los restaurantes de la Plaza Mayor (uno de mis lugares favoritos),
    2. La paella habla también de la familia y de compartir. Inclusive en un restaurante no existe paella para uno solo, mínimo es para dos o más personas.
    3. Junto con el asado debe ser una de las comidas más compartidas en nuestra familia. Es raro que pase una semana santa sin que una paella nos encuentre reunidos a la espera del conejo de pascuas.
    4. La paella tiene su encanto. Sus claves y secretos. La mística que la envuelve puede sorprender a un cocinero descuidado y transformar su tan mentado y elaborado plato en un simple arroz con mariscos.
    5. Los expertos en la familia cuidan celosamente cada detalle y paso del proceso. Cocinar para muchos tiene su complejidad y más si se le suma la cocción a leña. Mi viejo era uno de los expertos, aunque dudo que en su vida haya cocinado una paella. Si, desde la punta de la mesa, tal cuál "emperador romano", levantaba o bajaba el pulgar, aprobado o desaprobando la delicia cocinada.

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